Gracias a la autorización dada por Carlos III para que los libros de los enciclopedistas franceses pudieran entrar libremente en las colonias españolas desde fines del Siglo XVIII, las ideas Liberales fueron extendiéndose en Nicaragua.

En 1811 empezaron a manifestarse en forma de levantamientos contra las autoridades españolas que culminaron en 1821 con la independencia de Centroamérica y la formación de las provincias UNIDAS en 1823, a las que perteneció Nicaragua hasta abril de 1838.

Poco después, Nicaragua sería teatro de graves rivalidades internacionales.

La Corona Inglesa, informada por sus corsarios que desde el siglo XVI infestaban las costas centroamericanas, tuvo gran interés en obtener posiciones en el litoral de tierra firme.

Después de adueñarse de las Islas de la bahía desde tiempos de la Colonia y del territorio de Belice, los ingleses empezaron a ocupar puertos de la Costa de Honduras y Nicaragua: la Costa de los Mosquitos, llamada así por el nombre que se daba a sus habitantes.

Aprovechándose de la debilidad de los nuevos países recién independizados de España, debilidad agravada por sus constantes luchas, los ingleses querían establecerse en el Istmo, al mismo tiempo que buscaban la región más adecuada para abrir un canal transoceánico.

En 1848, los ingleses desembarcaron tropas en San Juan del Norte, en la desembocadura del largo río San Juan, que señala la frontera con Costa Rica y que tiene su fuente en el Lago de Nicaragua.

El mismo año, los norteamericanos se habían anexado California y pensaban también en un canal que permitiera el tránsito de sus costas del Atlántico a las del Pacifico, sin tener que dar vuelta por el Cabo de Hornos.

La situación llegó a hacerse bastante tensa entre Inglaterra y Estados Unidos.

Aunque firmaron un tratado en 1850, según el cual ambos países se comprometían a no ocupar territorios ni buscar convenios con los Gobiernos locales que no fuesen en provecho mutuo.

Los ingleses abandonaron las Islas de la Bahía y San Juan del Norte renunciando al protectorado que habían asumido sobre la Costa de los Mosquitos.

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