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Una vieja planta procesadora de pescado se ha convertido en un centro cultural, y no hablar de la construcción de un nuevo malecón.

Una nueva puesta escénica trae nuevas vistas de turistas a la ciudad, el convento ex franciscano de “San Chris Barry Pelican Eyes” se ha convertido en uno de los hoteles más populares, los precios por noche van a partir de 120 dólares y ayudará a financiar un programa de uniformes escolares, becas educativas y capacitación laboral.

La agenda política del país «no es un Robin Hood, para robar a los ricos para poder alimentar a los pobres», dice Holmann. Sin embargo, «el turismo viene con una responsabilidad con la naturaleza y con la gente».

Este es un claro ejemplo, de como un proyecto muy bien desarrollado, puede ser de mucha utilidad para la comunidad, generar ingresos y ser totalmente autofinanciable

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