CONQUISTA DE NICARAGUA

Cristóbal Colón llegó a las costas nicaragüenses el 12 de septiembre de 1502 y dio el nombre de Gracias a Dios, al cabo situado en la Costa del Atlántico, cerca de la frontera con Honduras. Pero la conquista de Nicaragua, se inició por el litoral del Pacífico.

Después de asociar a su empresa a Pedrarias Dávila, Gobernador General de Panamá, Gil González visitó Nicoya en Costa Rica y Nicaraocallí en Nicaragua, en 1522, reconoció el Lago Cocibolca, pero los ataques de los indios le obligaron a regresar a Panamá en busca de refuerzos (junio de 1522) No logró el apoyo de Pedrarias, que deslumbrado por el oro, intentaría la conquista de estas tierras por su cuenta. Gil González se propuso entonces regresar a La Española para repetir el intento, pero esta vez desde Honduras, para comprobar la existencia del Cocibolca, al que le dio el nombre de Mar Dulce y ver si en realidad se comunicaba con el Océano Atlántico y si esta comunicación se prolongaba hacia el Pacífico a través de las aguas del Lago Xolotlán.

Por su parte, Pedrarias encargó la conquista de Nicaragua a Francisco Hernández de Córdoba, quien fundó en este territorio, en 1524, las ciudades de Granada y León y posteriormente la ciudad de Segovia. Gil González, que entre tanto ya había desembarcado en Honduras, luchó contra Francisco Hernández de Córdoba, por la posesión de la tierra que consideraba suya, sin más resultado que el de arrebatarle doscientos mil pesos en oro. Luego de esto, obligado a retirarse, cayó prisionero de Cristóbal de Olid, a quien Cortés había encargado la conquista de Honduras, también con la esperanza de encontrar el ansiado paso interoceánico. Olid fue muerto por los enviados de Cortés, a quien había traicionado.

Gil González logró por fin ser nombrado por el Rey, Gobernador de Nicaragua, pero no pudo disfrutar su cargo, murió cuando se dirigía a tomar posesión del mismo (1526). El Gobierno se confió entonces a Pedrarias.

Uno de los detalles que más llama la atención en las conquistas emprendidas tanto por Gil González como por Hernández de Córdoba es que a través de sus informaciones y documentos más parecen frailes catequistas que conquistadores. Gil González contaba por miles a los indios qua bautizaba con rapidez sorprendente en cada aldea que conoció.

Algunos historiadores dan una cifra exacta de bautismos, al regreso de Gil González de su primer viaje: 32,264 En realidad, el único convertido a la nueva fe, al menos en apariencia, fue el gran Cacique Nicarao (de quien proviene el nombre de Nicaragua) al ver lo cual, solicitaron el bautismo gran número de sus súbditos.

Por su parte, Oviedo, que anduvo por esas tierras pocos años más tarde, dice de estos catequistas de espada y arcabuz: «Pero nuestros convertidores tománbanles el oro, y aún las mujeres, los hijos y los otros bienes y dejándolos con nombres de bautizados y sin entender el bien de tan alto sacramento los que lo recibían.

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