La estación del ferrocarril se inauguró en 1882, constituyendo una de las estaciones férreas más antiguas del país.
La estación de león es sencilla y austera, sin líneas estilísticas definidas en la que por su uso prima una arquitectura abierta y funcional, basada en una estructura portante de pilares con pocas interrupciones para favorecer el acceso al anden.
Muros: concreto reforzados divisiones internas: concreto reforzados cubiertas: estructura de acero con techos de zinc columnas: concreto reforzado carpintería: madera pisos: ladrillo de cemento aparente.
Su conformación original como conjunto es de gran interés, mermada actualmente por los remozamientos en las pequeñas edificaciones originales y por otros de construcción moderna. El tramo de la calle desde la catedral hasta la iglesia del calvario se ha saturado de intervenciones por el uso comercial.
Es uno de los edificios más peculiares de la ciudad, tanto por su configuración en plante como por el balcón corrido de sus fachadas. Hoy esta utilizado como viviendas y uso comercial.
Conserva todavía el pilar esquinero, de gran sencillez de líneas, que tiene un pilar con fuste liso y capitel dórico, con puerta dintelada a ambos lados, las ventanas tienen forma de copa y verjas metálicas con sentaderas internas y un frontis sobre una de las ventanas. Este expresa la influencia neoclásica sin alterar la concepción del conjunto.
El balcón corrido se destaca, ya que ocupa toda la fachada de la calle real y parte de la avenida Este, y está formado por un pedestal moldurado sobre el que apoyan los pórticos con arcos rebajados sobre columnillas.
Esta techado a dos aguas, con estructura de cubierta de madera y teja de barro. El edificio se destaca por su volumetría al dominar el entorno de la escena urbana circundante, rodeado de edificios que conservan las líneas estilísticas tradicionales y otros de nueva construcción que no permiten la cohesión visual arquitectónica.
Muros: Taquezal, con revestimientos de argamasa, entrepiso de madera.